El Dolor


La señora de Aguirre era la curandera del barrio. Cuando un vecino se aquejaba por cualquier mal, desde un simple dolor de cabeza hasta una fractura expuesta, acudían a los tratamientos de la gentil señora.

Esta mujer tenía un método infalible: estaba convencida de que lo que duele cura. Puede que la frase popular provenga de esta amable señora, cuyas prácticas se basaban exclusivamente en el dolor y sus variantes sufrimiento, angustia, o una sencilla pena.

Por ejemplo, un dolor de muelas se curaba fácilmente: primero, un martillazo en los dedos para distraer el dolor del paciente y preocuparlo por otra cosa. Luego procedía a extraer la muela con una tenaza. El paciente estaba doblemente dolido, pero seguramente se levantaría al otro día recompuesto y sano, salvo por algún moretón leve en los dedos sin mayor importancia.

Una de sus técnicas para curar el mal de ojo era directamente extraer con un fierro caliente el globo ocular maligno. El dolor era tan fuerte que muchas veces fue evitada, mas nunca cuestionada ya que los vecinos confiaban en sus métodos (nadie está preparado para desconfiar de una curandera... de curandera a hechicera no hay mucha distancia, que digamos).

2 comentarios:

Perrito Mozartiano dijo...

Sí, un afamado escritor supo adelantarlo hace ya un tiempo atrás:

http://www.otramedicina.com/2008/02/11/apiterapia-sanar-con-aguijones-de-abejas/

Dancing About Architecture dijo...

Ay, este carlitos dan, siempre adelante sobre todos los pensamientos... qué no habrá visto, oído, manipulado previamente a mis experiencias este excelso ser? Cuán prodigioso y aFortunado es quien goce pasando sus ojos por las palabras de este escriba!